martes, 22 de noviembre de 2011

El error de la apatía

Cada década ha tenido su movimiento característico que la define como tal, ya sea por moda, rebelión, ideología o música. Cada vez más, parece que este tiempo en el que vivimos ha venido a definirse por la característica emocional que se despliega en la actuación social: la apatía. Es en mi opinión el peor de todos los males; Un sentimiento que ha llegado a afectar a todo tipo de esferas sociológicas, desde las mas grandes e influyentes corporaciones en su actuación económica hasta la manera de cómo interactuamos en el día a día. Prevalece en la sociedad un sentimiento de importancia, narcisismo y superficialidad personal: una llamarada a la que solo se le sigue tirando gasolina en forma de medios sociales y nuevas tecnologías, todo en nombre del “bien del desarrollo humano”. Pero naturalmente se pierde perspectiva de lo que importa, como aquellos problemas mas preponderantes e imperativos que afectan a nuestro mundo.

Pero antes que nada, ¿qué es la apatía? Es muy difícil precisar su definición. La Real Academia Española la define como: 1. Impasibilidad del animo; y 2. Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía. Pero ¿concretamente aplicada a nuestras vidas? Creo que es casi imposible llegar a un estado emocional de “impasibilidad absoluta del animo” (seriamos entonces, en esencia, vegetales). Pero a todos nos ha pasado: esa mañana lluviosa, en el que al mismo tiempo se esta enfermo, no funciona la conexión al Internet, no pasan nada por la televisión y es muy temprano para llamarle a alguien. Creo que ese sentimiento es lo más aproximado a la apatía pura. Se contrapone a la ansiedad por la falta de control y la ilusion de una necesidad de mantenerse divertidos en todo momento. Esto es muy observable en todos los medios culturales de esta generacion. La musica comercial de estos tiempos, por ejemplo, ya no versa sobre amores perdidos o sentimientos encontrados como las grandes liricas de antaño, sino que se conforman en repetir alguna alternativa de “emborrachemonos y vamos a pasarla bien” una y otra vez. Tambien es muy visto en la cultura de los medios sociales adoptada en las generaciones de ahora: los jovenes viven preocupados por su foto de perfil, quien le escribio que a quien, a que fiesta fue, con quien paso, y que hizo. Esta falta de atencion poco a poco nos convierte a todos en las mismas maquinas que utilizamos para progresar, despreocupados por los demas y sus problemas. Al final es equitativo a tomar una postura de ¿A quien le importa la famina africana si tengo una foto de perfil genial?

El problema creo que radica en la ilusion que se nos presenta como la vida perfecta. Cada vez vemos por la tele como las personas mas influyentes se consideran ser los artistas, atletas y otras celebridades, y como los medios manipulan sus imágenes a tal modo de hacernos creer que se la viven pasando bien gastando sus inmensas sumas de dinero. Se nos hace creer que es suficiente para ser feliz tener muchos amigos y dinero. Pero este no es el caso para el mundo real: el 90% de la gente que no goza de estos privilegios no puede tomar una postura hedonista ante las crisis que se le presentan a la sociedad, tirandole dinero a todo problema sin pensar en las consecuencias. Se debe buscar valor en la manera de vivir, ya sea adoptando Como dijo Edmund Burke, “Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada.” Creo que nunca se planteó que pasaría cuando ya nadie hiciera nada.


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